Semana 12: Caos y fuegos artificiales

El calor sube en la segunda división brasileña

La Serie B no es solo un paso previo — es una olla a presión. Con 20 clubes peleando por el ascenso a la élite, cada partido parece una final. Esta semana? Caos puro envuelto en precisión táctica.

He analizado los datos de 34 partidos completados durante la semana 12 y más — y te digo: no se trataba solo de goles. Se trataba de mentalidad.

Con la mitad de los encuentros terminando con ventaja mínima o empate, vemos una liga donde defender aún gana batallas — aunque el marcador no lo diga.

Drogas ofensivas y momentos decisivos al final

Hablemos de impulso. A primera hora del 17 de junio, Volta Redonda y Avaí empataron 1-1 sin grandes espectáculos, pero con mucha intención.

Luego llegó el 20 de junio: Botafogo SP se llevó un ajustado 1-0 ante Chapecoense tras una gran parada del portero. Un disparo a puerta. Una portería a cero. Así se gana feo cuando el modelo xG dice que deberías haber perdido.

A mediados de semana, la narrativa cambió por completo. El 5 de julio, Remo vs Coritiba terminó sin goles — pero solo porque ambos equipos temían perder espacio en saques fronterizos.

Y luego… el estallido del 7 de julio: Volta Redonda sorprendió a Paraná con una dramática victoria 3-2, impulsada por dos cabezazos tardíos y un autogol que nadie sintió como derrota tras perder tan mal.

No fue bonito. Pero fue totalmente característico de la Serie B ahora: altas apuestas, baja previsibilidad.

Disciplina defensiva frente a hambre ofensiva

Ahora viene lo que mi modelo estadístico me grita:

Equipos como Coritiba, Vila Nova y Criciúma no ganan por ataque puro — ganan por estructura.

Su posesión media? Alrededor del 48%. Sus tiros por partido? Menos de seis. Pero su xG permitido está entre los más bajos de toda la liga.

En resumen: no buscan gloria; crean caos fuera para que otros fracasen cuando menos lo esperan.

Mientras tanto, clubes como Remo, Amazonas FC juegan fútbol abierto con presión extrema… lo que genera victorias masivas o derrotas devastadoras en minutos.

Piensa en su enfrentamiento contra Criciúma el 6 de julio: Amazonas abrió el marcador con un contragolpe construido en tres pases… para luego ceder tres minutos después tras un error cerca del mediocampo.

Incluso yo sentí ese dolor durante mi sesión #3 hoy — sí, soy serio con este trabajo — pero también ligeramente traumatizado por cuán frágiles son estas transiciones.

¿Cuál es la verdadera historia detrás del ranking?

ciertamente no son solo puntos… sino ventaja psicológica — especialmente para equipos peleando el descenso como Goiás o Avaí, que siguen remontando pese a estar siempre entre los últimos toda temporada!

toma Avaí vs Criciúma el 8 de julio: ambos habían perdido seis partidos seguidos antes del encuentro… ¡y aún así empataron tras ir perdiendo dos veces durante el tiempo reglamentario? narrativa aparte—esto fue literalmente un equipo negándose a rendirse… lo cual me hace preguntarme si hay alguna motivación más profunda aquí más allá del simple instinto de supervivencia? puede que estén esperando a que otro colapse primero…y francamente? No les culparía si lo hicieran.